Aprendí a estar solo... y regresar sorpresivamente (Parte III)
- Italo Díaz
- 18 sept 2020
- 12 Min. de lectura

Resumiendo: hasta el momento visité 3 ciudades (Madrid, Barcelona, París) y 2 países (España, Francia), dejaba atrás a mi ex, volvía a sentirme yo y a estar soltero, a conocer, y divertirme; y, ya estaba a punto de llegar a Roma. Tomé el vuelo París/Roma a las 3 am., todos miraban mi maleta color naranja, la tripulante de cabina revisó 2 veces mi pasaporte, por un momento pensé que pondría mi cara junto a la foto del pasaporte para confirmar que sí era yo... seamos sinceros, tenía como 4 años el pasaporte y muté desde esa época, la idea es evolucionar, lo mismo me pasa con el DNI, varias veces me han preguntado: "¿de verdad eres tú?", "¿cuál es tu número de DNI?", entiendo que ahora gané más peso, tengo barba y llevo el cabello más largo, pero, ¿es para tanto todas esas dudas?.
I. La llegada a Roma.-
Bajé del avión con mi maleta en mano, era las 6am. y moría por un café, salí de la sala de embarque y me dirigí a la salida cuando vi un Mc Café, el olor del café recién pasado llamó mi atención y decidí esperar un rato antes de pedirme algo; aproveché en conectarme al wifi para buscar la dirección del hotel y tomar un taxi, guardé mis documentos y saqué dinero para comprar algo para desayunar y fue cuando se me acercaron 2 policías, mis piernas temblaron.

Lo primero que preguntaron fue qué idioma hablaba, y respondí: "español", luego solicitaron mi ticket de viaje y mi pasaporte, quién debía estar al mando preguntó: "¿qué ciudades has visitado?", "¿con quién viajas?", "si estás casado, ¿dónde está su esposa?"; las primeras preguntas eran fáciles de responder, hasta que preguntó por mi ex, no le di mucho detalle y sólo respondí: "estamos separados". Por la mueca, no le agradó mi respuesta, me pidió que lo acompañe, -ya me veía en la cárcel-, en el camino retomó sus preguntas: "nacionalidad", "¿dónde me hospedaría?", "¿cuántos días estaría en la ciudad?"; llegamos a lo que sería su oficina y le pidió a su compañero que revise mi pasaporte, con los ojos totalmente abiertos vi cómo su pareja se lo llevaba mientras salía de la sala.
Respiré profundo, aproveché que el policía se sentó y pregunté: "¿por qué se llevan mi pasaporte?", sin anestesia y más con tono de preocupación, levantó la mirada y respondió: "vamos a revisarlo para asegurarnos que no sea falsificado", debí abrir los ojos como platos y ponerme recontra pálido porque el hombre frente a mí se asombró, repregunté: "¿revisarlo?", respondió: "llamaremos a la embajada para asegurarnos y revisaremos que sea original". Recuerdan que les mencioné que mis facciones no parecen peruanas para los extranjeros, con este evento confirmé mi temor, principalmente porque no entendía que revisaran tan al detalle mis documentos... si fuera a pasar drogas, revisarían mi maleta, lo cual no sucedió; el policía volvió a hacerme preguntas mientras esperábamos a su compañero: "¿de que ciudad de Perú?", "¿por qué viajaba por Europa?", "¿cuántos días estuve en cada ciudad?", "¿por qué viajaba solo?"; respondí cada una de ellas con total tranquilidad -aunque por dentro moría de miedo, ¿y si me regresaban a Lima?.
El oficial hizo una pausa y le pregunté: "¿hay algún problema conmigo?", el policía se rió y respondió amablemente: "por la situación en la que estamos y por como te ves -la palabra clave: mi aspecto-, queremos asegurarnos tu nacionalidad", no sabía si reír o qué, su compañero regresó unos 20 minutos después, y me lo devolvieron; antes de salir, el oficial que me entrevistó me recomendó: "perdona que fuéramos tan detallistas. Te recomiendo andar con tus documentos, por la situación en la que estamos, posiblemente te lo vuelvan a pedir", sonreí y ambos me desearon una agradable estadía (media cómica la situación, ¿verdad?).
Salí con menos presión, internamente me reía por lo sucedido, aunque también me sentía molesto, no quería arruinar mi viaje y debía tomarlo de forma positiva; regresé al Mc Café y, al fin tomé mi desayuno: café con un shot de expreso, croissant de jamón y queso y un jugo de naranja, mientras desayunaba, revisé los datos de mi hospedaje y ya estaba listo para disfrutar de Roma.
II. Roma.-
Después del himpase tan temprano, y de esperar un par de horas en el aeropuerto, llegué al hotel, que estaba a unos 10 minutos en metro del centro de Roma, ni bien ingresé a la habitación, no se podría decir habitación sino trailer, tomé un baño para iniciar mis actividades.

Día 1.-
Aprovechando que el hotel tenía piscina y la temperatura estaba en 25°, me puse mi bañador, tomé la toalla y el bronceador y me fui a broncear, pedí un par de cervezas y me puse bajo una sombrilla; no sé si era por la estación, pero había demasiados adolescentes y jóvenes, almorcé en el albergue, volví a tomar sol hasta que cerraron. Luego, fui a pasear por la noche al centro y a tomar a un bar por el Centro, regresé temprano al hotel, tomé una guía de la entrada para organizarme.
Día 2.-

Desperté temprano, tomé un jean y una camisa, desayuné y salí hacia El Vaticano. La cola para ingresar a la Basílica de St. Pietro era inmensa, pero luego de 1 hora ingresé: visité todo el primer nivel y, luego, subí a la torre para apreciar la vista de todo Roma. Durante mi estadía aproveché en comprar un par de recuerdos para mi madre y abuela, quiénes son bastante creyentes y un recuerdo bendecido del Vaticano sería el mejor souvenir para ellas.
Luego de unas horas terminé el recorrido, salí a la Plaza, compré agua y luego caminé hacia el Castillo de San Angelo y el Palacio de Justicia, crucé por el Puente de Sant' Angelo, ingresé a un restaurante para almorzar (espaguetti con vino). Durante la tarde recorrí todo el centro: Plaza Navona, Palazzo Madama, Pantheon, Templo Adriano, San Ignacio de Loyola, bajé por la Via del Corso para terminar en Palazzo Venecia. Por la hora, regresé al hotel, en el camino ingresé a un restaurante cerca de Piazza Colonna y pedí una pizza con vino.
Día 3.-
Mi principal itinerario: Coliseo Romano y el Palatino, recorrido que hice casi por la mañana y parte de la tarde, salí a almorzar por las fueras del Coliseo (lasagna, vino, torta de chocolate y cerveza bien fría) y terminé de recorrer el centro, hasta llegar a la Fontana de Trevi, Plaza Magnanelli y Spagna.

Si bien en las otras ciudades había resguardo, en Roma era mucho mayor, y tal como me lo mencionó el policía en el aeropuerto, a las afueras del Coliseo también me pidieron mis documentos, pero esta vez fue mucho más rápido. ¿Lo que más amaba de Roma? Todo!!! La cultura, caminabas por la ciudad y era cómo estar en un museo, la comida -la italiana es mi favorita-, el gelatto... disfrute mucho la ciudad.
Día 4.- Toda la mañana estuve en la piscina hasta la hora del check-out, pedí dejar mi maleta y volví hacia el centro, principalmente a la Fuente de Trevi para almorzar en ese restaurante que tanto me gustaba, y caminé hacia Plaza Novoa; luego regresé a recoger mi maleta.
III. Recorrido a Venecia.-
Del hotel fui hacia la terminal, compré agua, aún no encuentro la explicación de por qué dejé mi maleta carry on en la bodega y sólo lleve conmigo mis documentos, los cuales cuidaba muy bien. La verdad que no quería descansar mucho para estar seguro de a dónde llegar, tomaba café en cada parada pero estaba cansado, por lo que me quedé dormido, asustado desperté y todavía faltaba camino.

Una vez más caí dormido, desperté asustado cuando anunciaron Venecia Triasté, por lo que bajé apurado para recoger mi maleta, era como las 5:30am y, SÍ, como se darán cuenta, olvidé que puse mis documentos en el portamanos, por lo que bajé sin ellos; y cuando recordé que no los tenía conmigo, el bus ya estaba dando la vuelta... mis ojos empezaron a lagrimear, todo estaba cerrado, traté de buscar la oficina y nada.
2 horas me sentí desesperado, impotente, en estado de negación, sin conexión a internet, sin poder pedir ayuda... caminaba de un lado a otro, hasta que vi la comisaría de la estación pero no podían ayudarme, el oficial al mando me recomendó: "llama a la agencia para que te den soporte (ayuda) y, luego a tu embajada. Aquí sólo vemos temas de la estación". Quería morir, ¿cómo seguiría el recorrido?, ¿qué le diría a mi familia?, ni bien empezaron a abrir los restaurantes, pedí un café y la clave del wifi, le escribí a Joanna, ella trató de comunicarse con la agencia por su lado y yo buscaba una comisaría cerca.
Al salir, encontré a una joven de la agencia a quién pedí ayuda, gracias a Dios hablaba español y mientras pedía los tickets a las viajeros, me prestó su celular de trabajo y me comunicó con la agencia y la central de ayuda. Con algo más de calma expliqué el caso a la operadora, pero me dio una triste noticia: "no podría hacer nada por 3 a 7 días hasta que el bus llegue a su destino y lo revisen", mi corazón se detuvo, y me explicó los pasos a seguir en situaciones como ésta.
IV. Venecia.-
Como saben, no inicié bien mi experiencia en esta ciudad, sin pasaporte, no podría seguir viajando, le devolví a la joven su celular y me dio referencias de dónde debía hacer la denuncia de la pérdida del pasaporte y a qué ciudad dirigirme para conseguir uno nuevo. Con la cara triste, temblando y recriminándome por mi estupidez, fui a la Carabinieri (Comisaría) a poner la denuncia, ingresé, pero no había alguien que hablara español o inglés, así que esperé a llegue alguien con quién comunicarme.

Al fin el oficial a cargo me llamó y me pidió entrar a su oficina, luego solicitó que explique lo sucedido, le dije: "i lost my passport in the bus station", el policía miro asombrado, pidió que me calme y explicó que no soy el único al que le sucede ese caso, me pidió un documento, le entregué mi DNI (documento de identidad peruano) y pidió que espere en otra sala. A los 15 minutos me volvió a llamar, me entregó unos papeles para hacer la denuncia, mientras él escribía en su PC, leyó mis documentos y preguntó: "¿cuál es tu nombre?", le respondí y volvió a preguntar: "¿your first name?", "¿last name?"... él no entendía que en latinoamérica se usaban 2 nombres y 2 apellidos, y lo confundía, por lo que sólo le di mi primer nombre y mi apellido paterno para que se calme.
Se llevó el documento de denuncia para que lo firme y selle el comisario, regresó para darme mi copia y agregó: "esto entregas en la embajada, en un día te deben entregar un pasaporte nuevo", yo miraba sorprendido porque sabía que no sería tan fácil. Tomé mi maleta y regresé hacia la estación, con algo más de calma, intenté llegar al hotel, lo bueno que quedaba a sólo unas cuadras de la estación.
Me registré en el lobby y cuando la señorita me pidió documentos, entregué mi DNI con la denuncia, la mujer miro con pena y dijo: "siento que hayas perdido tu pasaporte, pero no te preocupes, sé que lo entregan rápido", me puse a pensar: "¿en serio me lo darían en 1 día, ya que, en Lima se demoran 1 mes en dártelo?". Subí a la habitación para descansar y darme un baño, empecé a instalarme e ingresaron mis compañeros, un par de amigos alemanes y del baño salió una chica en toalla, que sin importarle nada, siguió cambiándose; como soy latino, bajé la mirada y me sentí medio incomodo pero a los amigos les parecía lo más normal, luego entendí que en Alemania no tienen tanto tabú a los desnudos.

Mientras mis nuevos compañeros se arreglaban, aproveché en tomar un baño y arreglarme, y también componerme por lo sucedido, los mensajes empezaron a llegar, Joanna logró conseguirme los datos de las embajadas cercanas, ya que en Venecia no teníamos sede. Salí para cambiarme, ya todos los del cuarto se habían hecho amigos, principalmente porque todos eran alemanes, así que yo sólo escuchaba ruido, tomé un short y un polo, me eché en la cama e hice algo importante.
Me había debatido durante toda la ducha si le iba a escribir o no, pero estaba solo y no quería avisar a nadie en Lima mi situación, por lo que, texteé a mi ex para decirle lo que me ocurrió, a lo que respondió: "todo es karma", uno esperaba otro tipo de mensaje y no su ironía en ese momento, pero sabía que en los términos que estábamos en ese momento, no podía esperar más. Luego de darse cuenta de lo que escribió, preguntó si necesitaba algo, y le dije que por el momento nada, y le pedí que no dijera nada a nadie, no quería alarmar sin saber cuáles eran mis opciones.
Traté de reponerme una vez más, ingresé a Netflix para relajarme, luego sentí una sombra, levanté la mirada y el par de amigos se acercaron a conversar, me quite los audífonos y empecé a platicar; al principio les respondí en inglés, hasta que uno contó que estudiaba en Barcelona, y empezamos a hablar en español, lo que sí tuve que hacer es hablar más lento para que puedan entenderme, al rato entró la chica con su amiga, y nos volvimos 5.
Esa tarde fuimos todos a almorzar al Mc Donalds cerca, y caminamos por los alrededores, ya luego, regresamos a la habitación con un par de cervezas y los alemanes sacaron un par de botellas de vodka, durante la noche les conté que perdí el pasaporte y también aseguraban: "acá te lo dan en 1 día".
A la mañana siguiente fui a pasear, tenía un boleto para Milan para el siguiente día, así que en vez de pensar en el pasaporte, traté de conocer la ciudad lo más que se podía, navegar por el canal y disfrutar ese día de verano. En la noche todos se iban a bailar, pero yo decidí quedarme, debía viajar a las 8am. y tratar de recuperar mi pasaporte... bueno, si es que se podía.
V. Milan.-

Durante todo el viaje por el tren sentía miedo, principalmente por si me pedían pasaporte y no tenía, pero como era un viaje dentro del país, sólo pidieron el pasaje. Llegué a Milan y busqué la embajada, que sólo atendía hasta la 1pm.
Entré al lobby y lo primero que le dije al que atendía: "perdí mi pasaporte no sé qué hacer", estaba por salirme las lágrimas, el hombre respondió: "darte un nuevo pasaporte toma 15 días", le comenté que debía regresar a Lima en 4 días, me vio y solicitó que tome asiento que me llamaría. Esperé hora y media y me pasaron con la cónsul, le conté con detalle mi situación, le entregué mi DNI y la copia de la denuncia, así como mi recorrido post-Milan; ella tomó todo, me pidió que la espere y se marchó con los documentos, volví a quedarme solo por otra media hora, ya era como las 11 y la mañana se iba sin tener alguna respuesta.
La cónsul regresó con 2 alternativas de ayuda, que todos se centraban en darme un salvoconducto para regresar a Perú, le pedí que me vuelva a explicar al detalle cada uno, por lo que tomé la opción A; por motivos personales no les comentaré cuál era la otra opción, ya que la descarté ni bien escuché las consecuencias que podían dejarme a la larga, por lo que me respondió: "necesitaré que compres un pasaje de regreso a Lima para mañana, así podremos acelerar el proceso del Salvaconducto -por lo general te lo entregan en 3 días".
En ese momento, me prestaron la PC y busqué un pasaje de regreso, ya que, sin línea no podía llamar a Lan para cambiar mi pasaje, busqué todas las opciones y el más barato era venirme por KLM con conexión en Amsterdarm, imprimimos el pasaje, pague el costo del Salvoconducto y las fotos, y bueno, tenía parte del problema solucionado, lo otro era buscar un hotel para esa noche.
Caminando por la terminal, encontré un hotel que me aceptó la copia de la denuncia como un adicional a mi DNI, le agradecí mucho a los señores por su ayuda, tomé un baño, me arreglé y salí a almorzar y conocer un poco la ciudad y al menos la Torre Pizza. Pasé por el terminal y compré un boleto hacia el aeropuerto internacional, compré algunos recuerdos y caminé hasta la noche, tenía muy pocas ganas de salir a lo bohemio, por lo que regresé al hotel, y le escribí a Joanna, y a mi ex -además le pedí que fuera por mi maleta.
VI. Regreso a Lima.-

A la mañana siguiente fui a la embajada, recogí el Salvaconducto, ingresé a una cafetería y visité el lado comercial de Milan, regresé al hotel, recogí mi maleta, fui a la terminal y tomé el tren hacia el aeropuerto. Esperé unas tres horas para el vuelo, baje en Amsterdam y pasé la noche en una de las salas de espera, si salía ya no podría ingresar, así que regresé a Lima sin concluir el viaje, algo apresurado, sin pasaporte, pero todo valió la pena, porque cumplí mi sueño.
Ni bien puse pie en la ciudad, el corazón regresó a mí, empecé a reír por la situación y por cómo terminó, lo que agradecí fue que estaba a unos días de cerrar el viaje y no al inicio sino todo se hubiera truncado; si creí que la casi detención en Roma fue lo peor, perder el pasaporte y pasarme 3 días pensando en cómo regresar, fue lo peor, pero aprendí a superar la situación, a ver el lado bueno... ahora tocaba la parte dura, ver a mi familia.

Cómo era de esperarse, a todos les pareció extraño verme antes de la fecha y con una maleta pequeña, por lo que les conté al detalle, y con bastante humor, mis anécdotas del viaje y la situación final, tratando de que lo temen bien; al final, había regresado sano y salvo, con excelentes experiencias y mucho por contar... y esa es la razón de viajar, las experiencias.
Como les conté anteriormente, mi viaje empezó con el pie izquierdo, se empezó a acomodar, pero terminó algo tormentoso; podría decir que fue lo mejor que me pasó en ese año, porque renací. Todo depende de cómo tomes las situaciones que te tocan, por un momento sentí que me ahogaba y me encontraba desesperado, pero traté de encontrar las soluciones, y ver el lado positivo... y ese es mi consejo, todo se nos puede venir abajo, pero siempre encontremos el lado bueno, al final, la moneda tiene dos lados, no nos quedamos con el anverso o el lado oscuro, sino con la luz.
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