31 de diciembre del 2021
09:30pm: Sin muchos ánimos de salir o esperar el 2022, y como todos los días a la misma hora, salí a pasear a Juit, su último paseo del año, sólo que esta vez, Octavia -la bull terrier de mis padres- también estaba con nosotros; caminábamos mientras veíamos a todos salir corriendo a pasar con alguien -familia, amigos, novi@s- el fin del 2021 y el nuevo inicio de año. Mientras esperaba que Juit hiciera lo suyo, mi vieja llamó para que fuera a dejar a su hija, así que al terminar de dar la vuelta al parque, fuimos a ver a mis padres y a dejarle a su hija.
09:55pm: Toqué el timbre del conserje del edificio de mis padres, subí las escaleras hasta el 2do piso, mi padre abrió la puerta y, tanto Octavia como Juit entraron disparadas al departamento, luego, yo. En la mesa una bolsa de mercado, color amarillo por la suerte, estaba lleno de cosas: flores amarillas, champagne, cena para la medianoche y el baño de florecimiento... abracé a mis padres y me llevé el paquete con todo.
10:15pm: Tomé la jarra eléctrica y herví agua para empezar mi baño de florecimiento.
10:30pm: Siguiendo las indicaciones de mi madre, hice el ritual del baño de florecimiento, en mente mentalicé toda la buena energía para que el universo juegue a mi favor y me ayude a cumplir mis objetivos para el 2022.
11:05pm: Prendí las velas, en la cual escribí un deseo en cada uno.
Asumo que muchos de ustedes hicieron lo mismo, sino las mil y una cábalas para recibir el 2022 mejor de lo que en el 2021 nos trajo, pero para ser reales, siempre hacemos las mismas cábalas una y otra vez, con la expectativa de que cada año, nos suceda mejores cosas... y luego, de 2 años de pandemia, una mala economía, encierro, toque de queda, entre otros... intentar que el universo no dé una alegría no suena tan mal.
Es casi la medianoche, abro el champagne que mis padres me han regalado para pasar Año Nuevo -como años anteriores, decidí quedarme en casa, viendo series, aunque en este año vi un par de películas navideñas, de eso hablaremos más adelante-, me serví una copa, volví a mi cama, Juit se sentó a mi lado, hicimos la cuenta regresiva y listo... ya estamos en el 2022.
¿Qué tiene que ver este resumen de mi aburrido Año Nuevo? Pues, que al ver las películas navideñas, una me llamó mucho la atención, que era una especie de Fantasmas de Navidad moderna, la cual habló de 2 puntos importantes:
Salto de Fe: Una expresión que en algún momento hemos oído: "necesitas dar un salto de fe", sí, de eso hablamos, de sin importar el resultado, sólo nos atrevamos a hacer algo. Y, en la película lo definen: "estar dispuesto a dar un salto de fe significa que aceptarás el resultado, que caerás en el lugar dónde necesitas y no necesariamente dónde quieres". Esta frase tan poderosa resonó en mi mente, muchas veces queremos que las cosas salgan cómo queremos sí o sí, y nos frustramos si no sale cómo deseamos, y nos quejamos, nos hundimos en el vaso medio vacío pero no vemos el lado medio lleno.
Los trineos se han acercado": Este es el resumen de una historia muy interesante, la protagonista le pregunta a su ángel guardián o al espíritu de las navidades si antes se habían acercado a ella, y le dice que sí, pero que ella nunca escuchó, a lo que la protagonista refuta: "me hubiera acordado". En ese momento el ángel le cuenta esta historia: "había una vez un hombre que se quedó parado en la autopista por la nevada, él con todas sus puertas le pedía a Dios que lo salve. A la media hora, un hombre con un trineo se acerca, le toca la ventana y le ofrece su ayuda, pero el hombre se niega; el trineo se marcha y el hombre sigue pidiéndole a Dios que lo rescate, a la hora vuelve aparecer el trineo, pero por segunda vez, el hombre rechaza la ayuda. El hombre sigue pidiendo ayuda, el nieve casi está por taparle el rostro, vuelve aparecer el trineo, pero por tercera vez rechaza la ayuda". El ángel se detiene y le pregunta a la mujer: ¿sabes qué pasó?, y ella totalmente segura responde: "Dios lo salvó"; la guardián se ríe y le comenta que el hombre murió, subió al cielo y se encuentra cara a cara con Dios y le dice: "Yo siempre creí en ti, ¿por qué no me salvaste?", y Dios responde: "¿De qué hablas? Te mandé el trineo 3 veces". Y con esta respuesta, le cuenta a la protagonista que los trineos se han acercado pero ella nunca quiso verlo, porque estaba esperando una ayuda directa y, muchas veces, Dios no obra de esa forma.
A partir de estos 2 puntos importantes empecé a hacer mis resoluciones para este 2022, sí, estará la búsqueda del amor, viajar más, mejorar mi situación económica y acercarme más a mi familia, pero, me di cuenta que debía añadir que debo dar mi salto de fe en este año, que desde hace un par de años lo he estado evitando, o simplemente buscaba ese salto que me deje en el lugar que quiero pero no debo... o sea, ¿Cuántas oportunidades habré perdido por buscar lo que quería y no lo que necesitaba? Este año tendré los ojos más abiertos, y aceptaré que deberé estar en el lugar que necesito y no el que quiero. Segundo, estar pendiente de los trineos, sabemos que Dios, el universo, Alá o la deidad de la que creas obra de formas misteriosas, es así que cada vez que sienta que me están enviando un trineo, voy a subirme a él a la primera, para no quedarme en la nieve y morir.
Bienvenido 2022, tomaré el toro por las astas y seré feliz, sé que el mundo ya tiene sus propias preocupaciones, que tenemos obstáculos y hay mucho miedo, pero no olvidemos estos 2 conceptos que son importantes, les deseo todo lo mejor en este nuevo año, que disfrutemos con los seres que amamos y que estos 18 días de inicio hayan sido muy propicios.
