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Cuarentena

Posiblemente a ustedes también ya no tienen idea del día, mes o año que vivimos, que desde marzo -acá en Perú, si eres de otro país es posible que antes o más tarde- uno perdió la noción del tiempo, haciendo cada una de las cosas en piloto automático, como si te hubieran privado la libertad, y que por momentos hayas querido explotar porque todo se ve gris. Pero, el tiempo, las estaciones y los días continuaron su curso, si bien nosotros llevamos 217 días (7 meses), el cuál está dividido en 107 días de cuarentena con restricciones y 110 con las normas de distanciamiento social, no sé ustedes pero este año es cómo si no hubiese ocurrido.

Mi último momento libre de este año fue un día antes del anuncio de la cuarentena, estaba almorzando con mis padres, viendo películas y mi mamá pasó a ver las noticias, y fue cuando el presidente dio el anuncio y desde ese momento... el tiempo corría pero para mí no, me quedé suspendido. O sea, sí, los días pasan, están los quehaceres, pasear a Juit, las compras... e inclusive desde Agosto como que ya podemos salir un poco más, lo que ha hecho que pueda estar más tiempo afuera pero aún así, aunque hayan varios que se van de viaje o hacen sus reuniones todos los fines de semana, es cómo si siguiera en cuarentena.


I. Lo Malo.-

Hemos estado encerrados mucho tiempo, si mi mente aún recuerda los primeros lineamientos, teníamos restringidas las salidas sólo para compras o pasear a nuestros cuadrúpedos, por lo que pasamos más tiempo en casa, en teletrabajo -los afortunados-, volviendo a interactuar con los que vivimos -si es que se puede-, y buscando formas de pasar el encierro. Es posible que muchos por primera vez hayan agarrado la escoba, lavado ropa... hayan abusado de Netflix o cualquier otro streeming, bajarse TikTok o cualquier otra forma de divertirse, pero siempre vas a necesitar querer estar acompañado.


Pero en esta parte les voy a comentar qué ha sido lo más difícil durante en este encierro, y lo pondré en orden de prioridad:


1. Deudas.-

Es imposible dejar de pagar luz, agua, cable, teléfono, internet... las cuentas llegan siempre cada fin de mes, o a veces antes, y a pesar de que algunos servicios dieron ciertas facilidades, no fue lo suficiente para que uno pueda vivir tranquilo durante esos meses... es así, que mi principal estrés cada mes era cómo pagar estas deudas y qué comprar para poder comer, ¿cómo podíamos vivir en esta situación si no monetizamos?, ¿cómo podías pagar si no recibías efectivo?...


Como Dios aprieta pero no ahorca, o, te cierra la puerta pero te deja una ventana abierta, y para los que nacimos en los 80s y crecimos en los 90s, hemos aprendido a vivir con lo justo y necesario y alargar el dinero lo más que se puede con la consigna: "precio sobre calidad", es decir, comprar lo barato para poder vivir lo más que se puede; además que mi situación durante esos meses era muy difícil, sin trabajo o ingresos, al menos subsistí con lo de la AFP pero uno sabe que de a pocos eso se va yendo y, como muchos afectados, no recibí ninguno de los bonos que el Estado repartió.


Agradezco que me cayó unos proyectos como independiente durante este tiempo, así he podido mantenerme y andar menos preocupado con este tema, y a la ayuda que nos dimos entre familia para mantenernos tantos meses, lo más difíciles de este año.

2. Interactuar.-

Unas semanas antes de la cuarentena mi hermano se vino a vivir conmigo, en su momento fue una buena idea, porque así los gastos de la casa se dividían en 2, todo parecía ir bien hasta que un 15 de marzo el presidente determinó: "estado de cuarentena a partir del 16 de marzo, y toque de queda a partir de las 8pm.",; así que nos vimos obligados a estar 24 horas en cuatro paredes.


La convivencia no es fácil y en estos momentos peor, ya que, todo los defectos de cada uno salen más a relucir -mas si has estado unos 3 años viviendo solo-, así que desde ese día hasta fines de julio ha sido nuestra prueba de fuego volver a reconectarnos y llegar a un balance en este nuevo estadía de "roomates". Sé que todos dirán que debe ser fácil vivir con un familiar, pero cuando se tienen 2 personalidades tan diferentes, y un loco TOC como yo, algunas cosas pueden ponerse muy tensas: limpieza, el uso de los espacios compartidos, ¿mencioné limpieza?... y la bulla -cada uno tiene su propia música, sus propios programas y sin olvidar que canta a toda voz cuando está en el baño.


Gracias a Dios, no nos hemos matado, pero si hemos tenido nuestras pequeñas discusiones, pero hemos vuelto a aprender como era vivir juntos, ya lo habíamos hecho toda nuestra vida, pero ahora de adultos hay cosas que debemos aprender a tolerar porque sino, el encierro puede sacar nuestro lado más oscuro, así que en esos momentos mejor respiramos unas 3 veces para pensar bien qué vamos a decir.


3. "Encierro".-

Este punto habla acerca de todas las libertades que tenemos restringidas debido a la pandemia: salir a cualquier lado sólo para pasar el rato, ir al gym, viajar, visitar a amigos, reuniones, cine, teatro y bares/ discotecas. Sé que muchos dirán que ahora se puede hacer alguno de ellos, con todos los medios de seguridad, pero, para muchos, aún estamos en la duda si es conveniente hacerlos si aún no se tiene una cura garantizada... todos los organismos son diferentes, y varios son asintomáticos o no desarrollaron fuertemente la enfermedad, pero sabemos que por cada contagiado, éste propaga por 10 el virus... ¿aún te es responsable hacer tu vida como tal?, ¿aún quieres poner en riesgo a los tuyos sólo por querer hacer tu vida normal antes de esta situación?


En mi caso, estoy limitado para algunas actividades, soy de ir a hacer compras -principalmente al supermercado-, pero he decidido no hacer las otras, a veces sí visito a mis papás, porque sé que para ellos también es difícil estar tan aislados, pero hay otras que prefiero restringirme para evitar cualquier complicación... si me llego a contagiar de COVID, ¿cómo podría costearlo si no tengo seguro? Mejor me privo de algunas libertades con el fin de estar más tranquilo.


Y como todos, hemos estado separados de nuestras familias, por lo que hemos perdido: día de la madre, día del padre, fiestas patrias, cumpleaños... los momentos en que más estamos con los que amamos y queremos, los momentos que celebramos y nos causan felicidad, que aún con una videollamada o por zoom, todavía no reemplazan la energía que sientes al recibir un abrazo; además, están los momentos tristes: enfermedades y fallecimientos, sí, esos momentos que nuestros seres queridos necesitan de alguien para llorar en su hombro pero que por la situación se ha perdido, y dio paso a llamadas telefónicas o mensajes en redes.


En mi familia ocurrieron alrededor de 3 muertes en lo que va del año, lo que propició una fuerte tristeza y depresión entre las personas que más cerca estaban, la familia nuclear tuvo que pasar todo ese momento solos, las familias y amigos nos sentimos impotentes de no dar más para ellos... noticias de familiares y amigos que se contagiaron con el virus, y los que se los llevó... la preocupación por los que tenemos familia y amigos médicos, policías y en las FFAA que día a día se exponían para cuidarnos -y que los medios de comunicación los convirtieron en villanos por la forma en que hacían acatar las normas, a pesar que los verdaderos irresponsables son aquellos que le sacan la vuelta a los lineamientos.

4. Trabajo.-

Tenemos 3 problemas: los que aún tienen trabajo, sea en casa o fuera, los que aún seguimos buscando y lo que lo perdieron.


Muchos han tenido que balancear su vida personal con lo laboral, aprendiendo a compartir el espacio personal con el profesional, debido a que no sólo es 1 persona en el hogar que debe laborar o estar en clases, sino son varios, es así que todos tienen sus clases o reuniones por zoom, y de fondo se escucha la bulla de la cocina, los padres que gritan para que los hijos atiendan las clases, los perros ladrando de fondo y mucho más.


Varios que perdieron su trabajo y tuvieron que buscar cómo recursearse para sobrevivir, porque -si bien hay apoyo del estado- no todos los bonos llegaron a los que lo necesitan, y los que tuvieron, lo gastaron en cosas que no necesariamente fue lo más responsable, y los que no tuvieron y ya no pueden hacer sus actividades, tuvieron que buscar formas para ganarse la vida, ya sea vendiendo algo, sacando una pequeña tienda u ofreciendo algún otro servicio, como mi instructor del gimnasio que da sus personalizados por zoom.


Y al final, estamos los que seguimos buscando, porque como independiente, no siempre tenemos ingresos, y vemos que por muchos meses las oportunidades fueron pocas, pero no perdemos la esperanza y todos los días entramos a LinkedIn o Bumeran para encontrar esa oportunidad y conseguir algo más estable.


Sé que para mucho de ustedes, pueden existir otros momentos, y lo entiendo, la vida ahora nos ha cambiado la forma usual de hacer las cosas, pero en toda oscuridad hay luz, en toda sequía llega la lluvia, es así que siempre tendremos esos momentos buenos, y los míos son:


II. Lo bueno.-

Esta parte es lo más importante, ya que, si sólo vemos lo malo, podemos enfrentarnos a enfermedad psicológicas como la depresión o la ansiedad, que se maximizan en momentos como éste debido al encierro. Por lo que, como ya pasé por ambas hace años, dije: "no vuelvo a caer en eso", así que me puse a hacer cosas para estar de buen ánimo:


1. Familia.-

Estaremos lejos, pero las redes y el whatsapp nos mantuvieron juntos, todos los días nos pasamos memes, fotos o videos de nuestro día a día, el chat familiar está más activo que nunca y en cada celebración tenemos el zoom y nos podemos ver, algunos tenemos una copa de vino, otros chelas, otros agua o gaseosa, pero aún así brindamos para celebrar que estamos vivos.


Lo mismo pasa con nuestros amigos, nunca los perdemos a pesar del tiempo, siempre vamos a encontrar cómo mostrar el apoyo. Con Katia, mi amiga desde que empecé a chambear, hemos tenido un par de almuerzos por Facetime.


2. Netflix.-

Ha sido nuestro fiel compañero, nos hemos recomendado series, películas o documentales con el fin de pasar las horas de encierro, hemos terminado todo el catálogo de sugerencias y de las series anglosajonas pasamos a las europeas, latinoamericanas, para adolescentes, adultos... ciencia ficción, drama, comedia... hemos vuelto a ver nuestras series favoritas y todo para pasar el tiempo.

Hasta el momento ha sido el mejor gasto usado, sé que tenemos el cable, pero llega un momento en que la programación se repite una y otra vez, es así que buscas algo nuevo para ver y ahí el streaming es nuestro gran aliado. Entre lo que he visto todo este año esta: todo el Arrowverse, sí las series de DC que empiezan con Arrow, pasa por Flash, Supergirl, Legends of Tomorrow y hace sus guiños con Lucifer y Black Lightning y Gotham; para pasar por How to get away with murder, Scandal, Élite, la alemana Dark, las brasileras 3% y la Cosa más dulce... la argentina Rebelde Way y un sin fin de películas.


3. TikTok.-

Sí, a pesar de tener 37 años, bajé el TikTok y decidí hacer el ridículo, y aunque no crean, esos 15, 30 o 60 segundos, me sacan una sonrisa y me ponen el empeño para aprenderme las "coreografías" y publicarlas. Para lo que han visto mi cuenta, sólo tengo 187 seguidores, mis post pasan por lipsync, coreografías, comedia, retos de canciones a cosas random... a veces me siento inspirado cuando escucho una canción, que así me las ingenio para subir entre 1 a 3 contenidos por día.

Al igual que con los almuerzos por Facetime, con Katia hicimos un par de colaboraciones juntos, así que grabamos unos 3 TikTok juntos y lo subimos a todas las redes.






4. Leer.-

Con el fin de no estar pegado todo el tiempo al televisor, me bajé varios libros on-line y volví a leer los que tengo en físico, es así que un par de días en la semana leo un poco con el fin de sentirme libre. Es así que regresé a mis libros favoritos: "la historia interminable", "comer, rezar, amar", "gossip girl". "viaje al centro de la tierra", "a orillas del río piedra me senté y lloré", "Verónica decide morir", "Crepúsculo", "Aleph", entre otros.


5. Repostería.-

Esta afición nació al conversar con mi amiga Katia, ella es de hacerse varios postres, y cambiando recetas, decidí empezar a hacer las mías, es así, que mi primer postre fue un pie de limón -el cual repetí para mi cumpleaños-, y luego, varios cupcakes... no seré un súper chef repostero, pero al menos lo estoy intentando y ya tengo mi nuevo talento.


Sé que la lista de cosas buenas se ven pocas, pero en esos pequeños detalles podemos apoyarnos para no pasar tan mal este año, que si bien para mi es cómo si no existiese, sabemos que el tiempo es nuestro enemigo y debemos seguir viviendo; y para que ponernos tristes o con las caras largas, que veamos el vaso medio vacío o medio lleno es nuestra percepción... que creamos que todo está hecho mierda, es nuestra percepción, si nos levantamos pensando que va ser un mal día, así lo será porque nos estamos condicionando ya a algo, así que cambiemos nuestro sentido del fatalismo y pensemos positivos: "hoy va ser un buen día, tengo de todo para vivir".


Este año nos ha enseñado que necesitamos de cosas simples para ser felices, necesitamos de un abrazo de nuestras parejas o familias, de ver sonreír a nuestros hijos, de estar en la cocina con ellos haciendo el almuerzo o algún postre, de jugar en la cama con tu perr@, de hablar por videollamada/ Zoom/ Facetime con tu familia y amigos... son pocas cosas que nos llenan el alma, así que no las perdamos, y si volvemos a hacer nuestra vida como la normalidad anterior, mantengamos todo aquello que estamos aprendiendo en nuestra nueva normalidad.


Este 2020 está por terminar, así que -si no podemos estar todos juntos- igual compremos el champagne, salgamos a la ventana y alcemos las copas... salud porque seguimos vivos.

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