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Decisiones

Una vida que hacemos eligiendo, seleccionando... decidiendo.

Parte importante de nuestra vida es tomar decisiones, desde que nacemos hasta nuestro último respiro, en cada segundo, con cada respiración, tomamos alguna decisión... inclusive cuando decidimos no decidir, estamos tomando una decisión, es imposible no enfrentarse a esta parte importante de nuestra vida, queramos o no.


La complejidad de las decisiones van creciendo, así como nosotros... ¿acaso nunca lo han pensado?, bueno, pensemos como un niño menos de 1 año o 1 año y medio, aún no sabe hablar o comunicarse, por lo que, para lograr que le hagan caso, ¿qué hace?, así es, llorar. Es así que nuestra primera decisión, ni bien nacemos, es; ¿cómo hago que me entiendan?, y por lo que durante muchos meses, sólo queda escuchar el llanto del niño, un llanto que puede significar:


  • Tengo hambre.

  • Cámbiame el pañal

  • Quiero jugar

  • No me dejes solo (a)

  • Me están saliendo los dientes

  • Me duele el estómago

  • Tengo fiebre


Y así, miles de situaciones más... por lo que todo padre debe aprender a interpretar cada uno de los llantos para saber qué es lo que desea nuestro hijo, y ahí, decidir cómo actuaremos.


Vas creciendo y entre el año y medio y los 3 años, las decisiones van incluyendo: qué morder, qué comer, qué sabor de papilla me gusta, y con qué jugar, cuándo gatear, cuándo caminar, en qué momento hacer un berrinche, qué cabello de un extraño jalar, etc,


A partir de los 3 años hasta los 5 años, ya empezamos a hablar, por lo que expresar nuestras decisiones se hace más verbal, ya podemos decidir qué vemos en la televisión, a quién llamamos amigos, nuestro superhéroe favorito, etc. Es decir, ya vamos entendiendo un poco mejor cómo es el proceso de decisión, ya tenemos en nuestro cerebro información que podemos usar y empezar a tomar nuestras primeras decisiones.


Ya luego, ingresas al colegio, si bien empezamos a tener obligaciones, igual decidimos con quién sentarnos, con qué grupo pasar el recreo, a quiénes invitar a nuestro cumpleaños, a qué hora hacer la tarea, qué queremos almorzar o llevar para el break y así otras. Durante esta etapa, creemos que lo más difícil de nuestra vida es que nuestros padres no nos entienden y por eso nos mandan a estudiar, ya de adultos entendemos que al final no era nada difícil y valía la pena hacerlo.

Para los que continuaron primaria y secundaria en el mismo colegio, no tuvieron muchos problemas, pero para los que fuimos a otros colegios, tuvimos que volver a hacer todo el proceso, elegir amigos, con quién hacer tareas, etc. etc. hasta que llega 5to de secundaria y empieza nuestra primera decisión, esa decisión que va a cambiar nuestras vidas por completo: ¿Qué carrera voy a estudiar?.


Es extraño, pero a los 16 ó 17, tomar una decisión como ésta, es difícil, sin obviar que es el último año y estás con todas las emociones a flor de piel, entre dejar atrás toda esa vida que para ti era cómoda, debes añadirle que debes elegir cuál será tu futuro. ¡Tenemos 16 años! ¿Cómo esperan que tengamos la decisión correcta de nuestra vida?, todos esperan que a esa edad ya tengamos claro qué queremos, que según nuestras habilidades y gustos, nos den la claridad de qué profesión tendremos; porque si decides no hacer nada, todos te van a ver mal, lo cual es diferente si es que el destino no te dio esa oportunidad.


Mientras más adulto eres las decisiones se vuelven más complejas, pero todo empieza con esa decisión, podremos haber tomado una buena elección o una mala, todo dependerá de las decisiones que tomemos luego, por lo que mientras eres joven, y menor de 22 años, tomar malas decisiones no es lo peor del mundo, puedes decidir irte de viaje como mochilero unos meses y está bien, puedes decidir cambiarte de carrera 3 veces y está bien... no importa cuántas veces repruebes el curso, está bien... porque cuando tengas cuarenta, y te vuelvan a preguntar qué quieres ser, tendrás la respuesta correcta.


Entonces, ¿qué pasa con todos aquellos que tenemos más de 30 años, más de 40, más de 50? Es el mismo consejo, nunca es tarde para cambiar de decisión, nunca es tarde para volver a empezar, perdamos el miedo, no dejemos que lo socialmente correcto direccione nuestras decisiones, no está mal que una mañana quieras dejar de trabajar e irte de viaje un par de meses, no está mal que no quieras casarte o tener hijos, no está mal usar todos tus ahorros para poner un negocio, no está mal que quieras adoptar, no está mal que te quieras casar y tener hijos, no está mal que quieras vivir solo, con amigos o amigas, o con tu pareja... no está mal, volver a empezar y reinventarse.


Seamos como esos niños de 5 años, que cuando se aburren hacen otra cosa, sólo por el gusto, sólo porque eligieron hacer algo que los motive, muchas veces nuestras decisiones se basan en lo que es mejor para todos pero no necesariamente para uno mismo, tampoco es que debes ser egoísta, si tienes familia puedes incluirlo en el proceso de decisión, pero si eres soltero, no tengas miedo, reinvéntate... una de las habilidades que tenemos como ser humano es la mutabilidad, por lo que, usémosla para nuestro provecho y para incluirla en nuestro proceso de decisión.


Hoy te aconsejo: evalúa tu vida, quién eres, qué querías de niño y de adolescente, dónde estás ahora, y si lo que ves no te gusta, si tienes miedo de enfrentar algo, sólo piensa que estamos sólo una vez en el mundo y más vale vivirlo haciendo lo que nos gusta, que hacer algo sólo para subsistir.


Nosotros somos los únicos dueños de nuestra vida, no dejemos pasar oportunidades sólo por le miedo del qué dirán.

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